¿Estamos preparados para alimentar el futuro?
- 18 mar
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El cambio climático ha dejado de ser una amenaza lejana para convertirse en una crisis global con efectos directos en la agricultura y la seguridad alimentaria.
El aumento de temperaturas, sequías extremas e inundaciones impredecibles están reduciendo la productividad de cultivos clave como el trigo y el maíz, afectando la biodiversidad y amenazando a millones con inseguridad alimentaria.
Los agricultores ya sienten el impacto, pérdidas de hasta el 25% en ingresos y una lucha constante contra fenómenos climáticos extremos. Mientras tanto, la reducción de polinizadores esenciales compromete la producción de alimentos a largo plazo.
Frente a este panorama, la adaptación es clave. La agricultura regenerativa, el uso de inteligencia artificial para optimizar cultivos y políticas de mitigación podrían marcar la diferencia. Pero el desafío no es solo de los productores, los consumidores también tienen un papel crucial al adoptar hábitos más sostenibles y reducir el desperdicio de alimentos.
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